El cuadro eléctrico, también conocido como panel de distribución, funciona como el verdadero corazón de todo el sistema eléctrico. Su tarea es llevar la corriente a las cajas de conexiones y todos los demás dispositivos que lo componen. Por lo tanto, distribuye corriente a todas las tomas, luces y electrodomésticos comunes, a través de una multitud de compartimientos.

Composición y tipos
El cuadro eléctrico es la interfaz principal del hombre para la gestión, control y distribución de la electricidad. Este sistema consiste en el soporte mecánico, los sistemas de distribución y los equipos de protección eléctrica, comando y señalización, interconectados eléctricamente con el objetivo de cumplir las funciones requeridas por el sistema eléctrico en el que se inserta.
Los cuadros eléctricos se componen de varios elementos: la carcasa, que es la estructura en la que reside el panel eléctrico; el interruptor principal, uno o más disyuntores, y al menos dos interruptores diferenciales.
La disponibilidad del número de soluciones propuestas permite una variedad considerable de tipos de cuadros eléctricos, siempre con mayor rendimiento y realizables con componentes estándar. Esto ha sido posible gracias al continuo compromiso de los fabricantes para crear un sistema flexible y seguro.
Existen tipos clásicos de cuadros eléctricos diferentes, que pueden ser interiores, exteriores, empotrados, de pared y de piso. Cada uno está estrictamente conectado al lugar de la instalación.
¿Para qué se usa el cuadro eléctrico?
El cuadro eléctrico sirve para alimentar los circuitos de todos los enchufes o luces. Otra función importante y fundamental es interrumpir el suministro de energía a los circuitos. Esto se hace con la finalidad de garantizar una forma válida de seguridad y protección, en caso de eventos desafortunados, como situaciones de peligro, sobrecarga o cortocircuitos reales).
Para favorecer la eficiencia del servicio y prevenir cualquier riesgo y peligro, o, en cualquier caso, disminuir los efectos, es esencial que cada cuadro se someta periódicamente a un mantenimiento válido. Esto garantiza la seguridad de las personas y la integridad de los aparatos.
Cualquier tipo de intervención en el cuadro eléctrico debe ser realizada únicamente por una empresa o profesional calificado.
Ahora es posible una interacción de monitoreo y control con el sistema de distribución no solo con el control manual en una serie de interruptores con intervención humana directa, sino también a través de una pantalla remota y el control de todo el sistema.
Teniendo esto en cuenta, ya existen cuadros eléctricos “inteligentes” con supervisión de los parámetros de energía, autodiagnósticos y proyectados hacia el ahorro de energía y el respeto por el medio ambiente.
Evolución del cuadro eléctrico
Con el tiempo, el diseño y el uso de los cuadros eléctricos han sufrido cambios significativos, desde la realización basada en la experiencia de cada empresa en los años sesenta hasta el desarrollo de configuraciones estándar realizadas con un número limitado de componentes en los años siguientes.

Posteriormente se ha avanzado mucho desde el punto de vista de la seguridad. Este proceso fue apoyado por una colaboración cada vez más estrecha entre fabricantes y usuarios.
El flujo de experiencia adquirida a lo largo del tiempo, de necesidades cada vez más diversificadas, ha llevado a los fabricantes a proponer sistemas para crear cuadros eléctricos, tanto en kits como en módulos.
El resultado de este proceso es evidente y ofrece una multiplicación significativa de las posibilidades de instalación. Hoy en día en el mercado es posible identificar cuadros eléctricos en una amplia gama de tamaños, que pueden equiparse con una amplia gama de accesorios para facilitar el cableado, el montaje y el mantenimiento.
El uso de estos accesorios permite obtener excelentes rendimientos y ventajas, reduciendo los errores de montaje y aumentando la seguridad para los usuarios y clientes.